lunes, 23 de mayo de 2016

La Coronación de la Virgen de la Consolación del Castillo de Montánchez

Cuando hablamos de Montánchez a todos nos viene a la mente el famoso jamón que se produce en la localidad y el Castillo que domina la panorámica del pueblo. Sin embargo, en un aspecto más interno, privado y basado en el mundo de las creencias de las personas; un hecho que dota al municipio de un carácter propio es, sin duda, la devoción que siente la inmensa mayoría de los montanchegos por la Virgen de la Consolación del Castillo.

El día 10 de septiembre de 1950 se produjo la Coronación de esta virgen, que es la patrona de Montánchez. Con independencia de las creencias de cada ciudadano, es evidente que esta figura es sentida y venerada por muchos. 


Algunos apuntes sobre la coronación

Los preparativos para este acontecimiento religioso comenzaron al menos en 1949, un año antes de la Coronación. Durante ese año desfilaron por Montánchez numerosos grupos de baile, danza, folklore, etc. Sin embargo, no siempre se obtuvieron beneficios por estas actividades. La mayoría de las veces era más caro traer a estos grupos que lo que se obtenía por la venta de entradas. Por ejemplo, en abril de 1949 se celebró un acto en el Salón de Marilá a cargo del Frente de Juventudes de Cáceres. También actuó en este lugar la agrupación de coros y danzas de Cáceres. Respecto a este último, se gastaron dos terceras partes de lo recaudado tan solo en traer y llevar el grupo a Cáceres.


La Comisión encargada de los preparativos de la Coronación mandó cuatro jamones a dos invitados ilustres para celebrar este acontecimiento, dos patas fueron para el obispo de Badajoz y dos para el de Pamplona.

Para sacar dinero con el que costear parte de los gastos derivados de la Coronación se celebró un teatro a cargo de las alumnas del Colegio Santo Ángel, también una tómbola en la que cada tienda y algunas familias dieron objetos para rifar.



Por otro lado, y para festejar esa fiesta religiosa, se repartió comida entre las familias más pobres de Montánchez. Se prepararon raciones de ternera para las tropas que se desplazaron hasta Montánchez al objeto de la Coronación.

También se encargaron unas andas de plata a la casa Meneses S.A. de Madrid (en total, esta pieza costó 15.000 pesetas que se pagaron en dos plazos). Se celebró una cena de gala para las autoridades, el dinero obtenido por cada cubierto se destinó a los gastos derivados de la Coronación. Se rifaron varios pavos reales, los vecinos dieron muchísimo dinero en donativos. Por estas y otras actividades de diversa índole se consiguieron recaudar 60.630,60 pesetas.

A la Coronación de la Virgen del Castillo vino una tropa, a la que se pagó el transporte, igual que a la banda de música de Cáceres. Casi todos los actos se celebraron en el Salón de Marilá. El dinero que costó la comida dada a los pobres y las raciones para los militares alcanzó las 8.325,15 pesetas. El banquete oficial 9.676,40 pesetas. El total de los gastos previos a la Coronación alcanzó la cifra de 59.794,65 pesetas.

Las 835,95 pesetas que sobraron, descontando los gastos a los ingresos, se las dieron al cura.

Ese mismo año también se llevó a cabo la pavimentación de la Plaza de España de Montánchez. Para ello, cada familia de la localidad prestó su ayuda en forma de jornal. Se comenta que las familias más pudientes contrataron a algún obrero para llevar a cabo tal trabajo. En resumen, la pavimentación con lanchas de la Plaza de España de Montánchez corrió a cargo de las clases populares de la localidad.

El día de la Coronación de la Patrona de Montánchez las calles de la localidad estaban completamente llenas de devotos tanto de la localidad como de los pueblos cercanos. La lista de autoridades, civiles y religiosas, invitadas al acto fue enorme. Ese día se celebró uno de los grandes acontecimientos de Montánchez. Ya han pasado 66 años y la devoción de buena parte de la población continúa en el presente. 


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