domingo, 17 de abril de 2016

Montánchez: un pueblo que desaparece

Montánchez es sin duda el pueblo más conocido de la Comarca que lleva su nombre. Es famoso en muchos círculos por los embutidos que se curan en la Sierra de Montánchez, envidiado por su privilegiada posición geográfica –asentado desde muy antiguo en lo alto de una colina a más de 700 metros de altura-. Montánchez ha sido la cabeza del Partido Judicial de Montánchez. 

Sin embargo, el paso del tiempo lo ha cambiado casi todo. El Partido Judicial de Montánchez ha desaparecido, y este y el resto de pueblos de la Comarca se han integrado en Cáceres. Sigue siendo conocido por su famoso jamón. No obstante, con la técnica se puede curar cualquier embutido en cualquier sitio. Lógicamente Montánchez sigue ubicado en la misma montaña que siglos atrás. Esta posición geográfica, que durante siglos le benefició enormemente frente a los invasores, se ha convertido en una suerte de lastre para su desarrollo. Montánchez está en una posición bastante aislada en el contexto de la Comarca. No pilla de paso para nadie ni para nada; salvo que vengas a Montánchez.
Montánchez en los años 70

Los años de gloria ya han pasado. Ya no es cabeza de partido, ni siquiera es la sede de la Comarca que lleva su nombre. ¿Entonces qué le queda a Montánchez?

Su pasado. Quizás el ser la capital histórica de la Comarca.

En la actualidad la capital administrativa de la Comarca Sierra de Montánchez es Torre de Santa María. Montánchez no es la localidad más poblada de la zona. No es el pueblo con más industrias. No es la villa con más posibilidades de desarrollo. De lo que vive la población actual de este municipio serrano es de su pasado. Del turismo, que viene a visitar el patrimonio artístico e histórico. De la agricultura, de esos olivos y esas vides que plantaron nuestros tatarabuelos. De esos secaderos y jamonerías que abrieron nuestros abuelos.
Alcuéscar visto desde 'El Calvario' 
Alcuéscar visto desde 'El Calvario'
Alcuéscar es el pueblo más poblado de la Comarca a día de hoy. En un segundo escalón en cuanto a población se encuentran Almoharín y Montánchez. Un paso más abajo Valdefuentes, Torreorgaz y Sierra de Fuentes. Basta con ir de visita a Alcuéscar para comprobar que es la capital económica de la Comarca. Son muchos los negocios allí instalados, los centros de atención sanitaria y al dependiente, las zonas de descanso y servicios. Hasta el Camino de Santiago en su versión Vía de la Plata pasa por allí.

¿Cuándo dejó de ser Montánchez lo que era; es decir, el pueblo más importante de la Comarca de Montánchez?

Hay que remontarse a los años 60, en pleno contexto del enorme éxodo del campo a la ciudad, para explicar este progresivo declive. La emigración fue mucho más acentuada en Montánchez que en el resto de pueblos de la Comarca. Mucho más que en Alcuéscar. ¿Por qué?

Siempre se ha dicho que Montánchez era uno de los pueblos más ricos de la zona, pero, donde sin embargo, la riqueza –que no es otra cosa que la propiedad de la tierra- estaba más concentrada. Puede que sea este el motivo de esta decadencia de la que hablamos.

Fuente: Instituto Nacional de Estadística 
Mientras que en 1950 en Montánchez residían 5.217 vecinos, diez años más tarde solo lo hacían 4.190; es decir, 1.027 personas menos. En Alcuéscar, por poner un ejemplo, en 1950 había 4.205 habitantes y diez años más tarde eran 4.075, o sea, 130 personas menos. Sin embargo, fue en la década de los 60 cuando se produce el sorpasso poblacional de Alcuéscar a Montánchez. Desde ese momento, entre los dos pueblos habrá una diferencia constante de unos mil habitantes en favor del primero.

Todos los montanchegos hemos escuchado hablar alguna vez, con enorme orgullo, a nuestros mayores sobre el pasado glorioso de Montánchez, sobre que aquí se concentraba buena parte del comercio y de la industria, amén de los servicios de la Comarca.

¿Cómo es posible que se haya producido un declive tan enorme en tan corto tiempo?, ¿tiene remedio esta sangría?, ¿estamos a tiempo de evitarlo?

La tendencia global del mundo rural es hacia la desaparición, o cuanto menos, a la pérdida constante de población. Las personas más jóvenes se marchan a las ciudades –con suerte a alguna de las ciudades de Extremadura, pero con demasiada frecuencia fuera de la región-, mientras las personas de más edad se instalan en los pueblos –algunos antiguos vecinos regresan a disfrutar de la jubilación en el pueblo, otros nunca se fueron, se quedan a pasar sus últimos días-.

En este sentido, sería muy interesante consultar la pirámide de población. Esta pirámide en las zonas rurales suele tener forma de rombo, algo que indica que dentro de 20 o 30 años la población de estos núcleos rurales será mucho menor y mucho más envejecida. ¿Qué se puede hacer?
Fotografía antigua de Montánchez 
Han corrido ríos de tinta con respuestas diversas a esta pregunta. Cada persona o pueblo, en función de sus intereses y circunstancias, tendrá una receta propia. Quizás lo primero que haya que tener en cuenta y considerar es que la despoblación de las zonas rurales es un problema. En nada beneficia a nadie que buena parte de la población de un país se concentre en 10-15 ciudades súper pobladas, mientras que la inmensa mayoría del territorio restante está deshabitado.

Está muy en boga eso del desarrollo rural sostenible; es decir, intentar generar riqueza sin hacer daño al medioambiente. Se habla de la agricultura y de la ganadería sostenibles y ecológicas. Del turismo rural. Del autoempleo. De la asistencia a personas dependientes –muy numerosas en estas zonas-. Sin embargo, estas “industrias” está claro que no retienen a la población en las zonas rurales. Si no, ¿por qué siguen perdiendo habitantes los pueblos?

Está claro que la única posibilidad de supervivencia del medio rural es garantizar que la escasa población que aún vive en estas zonas no se vea obligada a emigrar a las urbes. ¿Cómo?: con empleos, trabajos, jornales, oficios, tajos...

Las poblaciones rurales están enormemente subvencionadas por el Estado, ya sea la agricultura y ganadería –con la Política Agraria Común de la Unión Europea-, el mercado laboral –con el famoso paro agrario, y gracias, porque si no existiera, en los pueblos de Andalucía y Extremadura no vivirían más de cien terratenientes- y con el funcionariado –muchos de los trabajos fijos que hay en estas zonas pertenecen a las Administraciones Públicas-. ¿Qué nos queda entonces?

Son pocas las alternativas que nos quedan a los residentes y enamorados del medio rural. La industrialización sostenible es una buena opción. No obstante, tendría que ser una industria transformadora de los productos agrícolas y ganaderos. Esa sería una buena baza para competir con las industrias urbanas. Por otro lado, la asistencia al dependiente y al mayor es un factor generador de riqueza y empleo muy importante en las zonas rurales. Se podría potenciar mucho más esto. El turismo rural, que necesita enormes mejoras en todos los sentidos. El mundo de los famosos neorrurales es tan marginal y escaso que no es siquiera una opción.

Población de los diferentes pueblos de la Comarca de Montánchez en 1843

Pensar, moverse, no conformarse, ser exigentes con nuestros dirigentes, apostar por nosotros mismos; son solo algunas de las posibles claves para evitar que pueblos como Montánchez desaparezcan. Un dato más sobre el pueblo tomado como ejemplo para argumentar: en tan solo 50 años Montánchez ha perdido mucho más de la mitad de su población. De seguir así la tendencia, en 2050 en este pueblo no vivirán más de 900 habitantes.

2 comentarios:

  1. Uf, es verdad, mi madre me cuenta que de pequeña para comprarse unas zapatillas había que "subir a Montánchez"...

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  2. Hace dos años, y constatando lo Vd. desarrolla en su artículo, decidí hacer algo al respecto.
    Investigué Recursos Ociosos que pudieran existir en Montánchez, en base a los cuales establecí un Proyecto de desarrollo
    Es una idea muy simple que ha funcionado en poblaciones colindantes
    Habia que ponerlos en valor y procurar que su valor añadido se quedara en la población, promoviendo empresas, mas bien artesanas, que, por estar afianzadas en la zona, perduraran más
    No encontre seguidores y decidi que el enorme esfuerzo desarrollado no quedara en el olvido
    Hoy lo estoy empezando a poner en funcionamiento en otras poblaciones extremeñas, mas activas
    En Montánchez, todo se conforma a una idea: el turismo.
    Creo se parte de una tremenda equivocacion estructural, puesto que, si se orientara a un tipo de turismo distinto y de calidad la cosa podria funcionar
    Esto no va a producir benefico alguno para la población que no sea la de la inmediata festividad y el producir (no mucho) incremento para la industria de servicios que se da bien en el pueblo (los bares)
    En fin, lo lamentable es que estamos abocado a que la desaparición iniciada se culmine y no seamos nada en Extremadura.
    Un saludo
    Antonio Pérez Castellanos

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