jueves, 26 de mayo de 2016

Transcripción de la entrevista sobre políticas de empleo realizada a María José Franco, alcaldesa socialista de Montánchez

Desde ‘Montánchez al Día’ venimos realizando una investigación sobre las políticas de empleo llevadas a cabo por el Ayuntamiento de Montánchez. Hemos decidido captar la versión de todas las partes acerca de este asunto. Ayer publicamos una pequeña parte de la entrevista que mantuvimos con la alcaldesa del municipioHoy publicamos la transcripción íntegra de la misma. Estamos focalizando la investigación en posibles casos de enchufismo; es decir, que desde al Ayuntamiento se haya podido colocar o beneficiar en puestos de trabajo a amigos políticos, familiares y demás. Esto es una entrega más de una investigación que está siendo muy exhaustiva y que va a seguir aunque haya quien prefiera que no. 

Pregunta 1/ El paro es uno de los grandes problemas de España, ¿cómo valora la situación del desempleo en Montánchez?
Respuesta- Bueno pues la valoración es que a pesar de ser unas cifras menos lamentables que en otros sitios la valoración es que necesitamos crear todavía más empleo, generar más empleo. Pero lo que nosotros intentamos es poner las herramientas para que por parte de los empresarios se pueda crear ese empleo. Que no basemos todo en el empleo público y creo que eso es lo que estamos intentando. Yo, si no te importa sigo firmando que mira –apunta la alcaldesa señalando a un montón de papeles dispuestos encima de su escritorio-.

P 2/ ¿Cuáles son las políticas municipales de su gobierno para paliar la actual situación de paro que vive en pueblo?
R- Bueno, como políticas municipales para generar empleo público, nosotros hemos habilitado una partida específica que se llama como tal, pues para empleo. Aparte de eso tenemos otras subvenciones que son el Plan de Empleo Social que se ha habilitado por parte de la Junta. Pero nosotros llevamos ya tres años con esa partida presupuestaria de creación de empleo, para generar empleo público. Además, aparte de eso pues tenemos partidas presupuestarias que van encaminadas a generar inversiones para que las empresas puedan acceder a los trabajos públicos y que generen su propio empleo. Y luego pues fomentar también el turismo que creemos que el turismo y la agricultura que creemos que son los nichos de empleo en los que Montánchez debe invertir, también por la conservación de la naturaleza y el turismo, que es lo que nosotros hemos considerado que tienen que ser los pilares de nuestro desarrollo.

P 3/ Explíqueme cómo se produce la  contratación del gestor cultural de Montánchez.
R- No tengo ningún inconveniente porque se han dicho bastantes cosas y la verdad es que poco se ajustan a la verdad. El gestor cultural del Ayuntamiento, necesitábamos un gestor cultural y pusimos una oferta pública en el SEXPE como en otros muchos trabajos, con una serie de características. Licenciado en algunas ramas de licenciatura en empresariales, historia, sociología, varias licenciaturas y además que tuviera manejo en redes sociales como community manager, gestor de redes sociales, algo que tuviera que ver con redes sociales que para eso le necesitábamos. De hecho eso es lo que se está haciendo. Esa es la característica del perfil que mandamos al SEXPE. –Respira profundamente y señala- solo vino una persona por cierto en la lista.
Repregunta- Bueno, yo tengo información que dice otra cosa, en cualquier caso, si le parece bien, voy a seguir con las preguntas.
R- ¿Esa información de dónde ha salido?
RP- Mis fuentes son reservadas.
R- ¿Pero del SEXPE por ejemplo?
RP- Mis fuentes son reservadas.
R- No, vale. Reservadas sí, pero, pero, si el SEXPE es el que puede acreditar esa oferta de empleo. Si es cierto que se hizo esa oferta de empleo.
RP- Pues podría ser el caso.
R- Y si es cierto que vino una persona, o dos o quince.
RP- Pues mire, es que vamos a tratar ese tema también.

P 4/ ¿Es cierto que en una primera oleada la titulación exigida al trabajador derivado desde el SEXPE es la de community manager?, ¿me lo puede confirmar?
R- Sí, sí, sí.

P 5/ ¿Es cierto que en la primera convocatoria se derivaron desde el SEXPE tres nombres y no uno como ha dicho antes?
R- No, no es cierto.
RP- Entonces en la primera convocatoria solamente se derivó un nombre hasta el Ayuntamiento de Montánchez. Yo tengo fuentes de información que me dicen que fueron tres nombres los que se mandaron desde el SEXPE. En cualquier caso voy a seguir con las preguntas.

P 6/ ¿Es cierto que en la siguiente convocatoria para cubrir esta misma plaza se pidió al SEXPE a alguien que tuviese el título de community manager por la UNED y que además fuese residente en Montánchez?
R- No, no, no. Vamos a ver. Es que el SEXPE, cuando tú lanzas una oferta de empleo, primero te da de tu zona, lo mismo que cuando se han pedido jardineros, se han pedido albañiles… te manda de tu zona. Si lo hay. Si no lo hay se amplía la zona, evidentemente. Luego, el único título de community manager que está homologado para ejercerlo por el Estado está por la UNED. Porque hay muchas empresas que hacen cursos de community manager, como pueden hacer cursos de cualquier cosa, pero el único curso acreditado como tal, oficial, es el de la UNED. Nosotros hemos pedido un curso oficial porque creo que es lo más lógico. Si los hubiera habido por otro estamento, por otra entidad, por el SEXPE, por la Universidad de Extremadura, por la Universidad de Vigo, un curso oficial, pues por ahí lo hubiéramos pedido. Un curso oficial, pero el único que está oficial es el de la UNED. O estaba, yo no sé si ahora hay algún otro curso oficial que así lo acredite.
RP- ¿Me puede confirmar en qué año fue esto?, ¿el 14 puede ser?
R- Esto fue, sí, sería en el 14, claro.
RP- En cualquier caso esta información la podré confirmar con la información que yo tengo, que es documental. Aunque esta información no la publicaré por temas de derecho a la intimidad y demás.
R- Y por la protección de datos.
RP- Pues precisamente. Sin embargo, únicamente la publicaría ante un juez para demostrar que no es algo que yo me haya inventado. Entonces le repito la pregunta.  

P 7/ ¿Es cierto que en la siguiente convocatoria se pidió al SEXPE a alguien que tuviese el título de community manager por la UNED y que fuera residente en Montánchez?
R- Claro, si todos los trabajos que pedimos al SEXPE, a ser posible que sean residentes en Montánchez.
RP- Sin embargo, yo hay veces María José que en los plenos he escuchado que argumentáis que es inconstitucional el pedir que alguien sea de Montánchez para un puesto de trabajo.
R- No, no, perdona. Eso es cuando tú ofertas. O lo has escuchado mal o lo has entendido mal, o lo has querido entender mal. Eso es cuando tú ofertas una plaza pública. No puedes poner la coletilla que sea residente en Montánchez. Nosotros en las ofertas que pedimos al SEXPE no ponemos que sea de Montánchez, sino que el SEXPE te manda de la zona de Montánchez, si los hay, si no los hay, pues ya amplía la zona a nivel comarcal, a nivel provincial o a nivel el que sea. Pero el SEXPE cuando tú pides una titulación, un perfil en concreto, te manda primero de tu localidad, después va abarcando el radio de acción, pero vamos, primero te manda para acá, para tu pueblo. Nosotros en la oferta del SEXPE no ponemos que sea de Montánchez porque el SEXPE ya lo hace por sí. Igual que cuando Arroyomolinos manda un perfil, lo manda de Arroyomolinos si lo hay, o Valdefuentes o lo que sea.

P 8/ ¿Qué labores desempeña un gestor cultural?
R- Pues la labores propias de la gestión cultural. –Duda en la respuesta- el desarrollo de actividades culturales, la programación, la propuesta, el desempeño de todos los festivales que se hacen, las fiestas tradicionales, la tramitación de subvenciones, la ejecución de los expedientes, la presentación de las memorias, todo eso.
RP- La Universidad Popular también.
R- Sí, también. Gestión de cursos, puesta en marcha de los cursos…

P 9/ Entonces explíquenos qué hace un community manager que lo habilite más que por ejemplo un licenciado en ingeniería o filosofía, o un licenciado en historia para trabajar como gestor cultural.
R- No, no, no. No se trata de que no lo habilite o no. Pedimos el community manager además de… Y la oferta está. Además de…
RP -Pero, ¿por qué tanto hincapié en lo de las redes sociales?
R- Porque queremos la potenciación de las redes sociales. Porque el gestor cultural de Montánchez además administra la página web de ‘Montánchez te va a encantar’, la plataforma turística, y las redes sociales del Ayuntamiento. Excepto las de deportes.
RP- Pero eso se ha hecho a posteriori. Lo de la plataforma. En 2013 cuando entra la persona que ocupa el cargo de gestor cultural no estaba eso todavía.
R- La Universidad Popular sí tenía creada su perfil.
RP- Su página en Facebook y su blog.
R- Sí, y los encuentros. Y todas las redes sociales. Además la página del Ayuntamiento, la administrativa ‘Montánchez.es’. Por eso necesitábamos esa capacidad, precisamente.
RP- Ok.

P 10/ ¿Es cierto que la persona que ocupa el puesto de gestor cultural, que recientemente ha sido hecho indefinido, ha ido en las listas electorales de su partido en las municipales de 2011 y 2015?
R- Sí, es cierto y todo el mundo lo sabe. Pero creo yo que por ser socialista no debemos… porque por haber sido socialista vamos a tener que estar como estábamos antes, demandando el trabajo en la puerta del bar al señorito.
RP- Pero eso lo dice usted. Eso no lo he dicho yo.
R- Bueno, a ver si los socialistas no tenemos derecho a trabajar en Montánchez. ¿Por qué no preguntas por el resto de trabajadores que están trabajando aquí? Que a ninguno les pedimos el carnet de socialista, ni del PP, ni de Podemos, ni de ningún partido. Porque aquí hay trabajadores de todos los signos políticos. Y solo me preguntas por una en concreto. Me puedes preguntar por lo demás. Pero no ha sido el caso jamás.
RP- Pero la documentación que yo tengo…
R- La documentación sobre la que has indagado en concreto y por un afán de ir a por una persona en concreto.
RP- Yo no hablo de nombres.
R- Pero yo te lo digo. Es el afán de ir a machacar a una persona en concreto. No sé los motivos. No sé los motivos. Porque hay trabajadores que están contratados por ofertas del SEXPE, con unos perfiles en concreto porque nosotros pedimos perfiles en concreto para todos los trabajadores que demandamos, porque no podemos hacer un perfil genérico. Si necesitamos un albañil hacemos un perfil de albañil, si necesitamos un jardinero hacemos un perfil de jardinero y si necesitamos un gestor cultural hacemos un perfil que se aproxime a la gestión cultural. Entonces, ¿por qué solo se me pregunta por una persona en concreto cuando hay muchas ofertas al SEXPE de este pueblo, de este Ayuntamiento, de muchos perfiles distintos? Entonces, porque se pretende perseguir a una persona en concreto, pero además de esa persona en concreto, pues a colación de eso, perseguirme, vamos, perseguirme, o achacarme a mí irregularidades, faltas de transparencia, delitos; incluso, delitos, porque bueno, lo acabas de dejar caer hace un momento.
RP- En tal caso serían presuntos delitos. Presuntos delitos. Yo nunca…
R- Lo acabas de dejar caer hace un momento. Que en todo caso te reservarías el llevarlo ante un juez.
RP- No, he dicho que nunca jamás publicaré la información que yo tengo… -La alcaldesa interrumpe constantemente al periodista, alza la voz…-
R- Luego entonces la intencionalidad no sé a qué se debe, esa intencionalidad, pero bueno ahí está.
RP- Que nunca jamás publicaré una información documental porque reservo mis fuentes, en primer lugar. Y en segundo lugar, porque se vulneraría el derecho a la intimidad o la ley de protección de datos.
R- Y yo solo te pregunto que si no hay más trabajadores por los que preguntar en este pueblo y si el hecho de ser socialista nos cierra todas las puertas y tenemos que estar mendigando el trabajo en la puerta del bar hasta que tus amigos los señoritos vengan a contratarnos.
RP- Por supuesto que no. Por supuesto que no María José.
R- Vamos Paco, por favor.

P 11/ Contratar a una persona de su partido que se ha presentado en las elecciones aunque no ha obtenido la concejalía, ¿considera que esto es, al margen de la ley, es ético y estético?
R- Perfectamente, porque esa persona de mi partido tiene todo el derecho a trabajar como lo tengo yo, como lo tienes tú o como lo tiene cualquier otro ciudadano de Montánchez. No solamente los ciudadanos de derechas o los ciudadanos que no sean del PSOE tenéis derecho a trabajar.
RP- Yo no estoy aquí en calidad de representante de ningún partido político…
R- Pero yo estoy contestándote como considero oportuno.
RP- Estoy en calidad de…
R- ¿Te parece bien mi contestación?
RP- Por supuesto. Por supuesto. Y le agradezco que nos haya atendido. Enormemente.

P 12/ Siguiendo con el caso concreto que estamos tratando, que no quita que otro día tratemos otros, ¿entiende que algunos ciudadanos de Montánchez puedan pensar que usted haya podido colocar a algún amigo político en el Ayuntamiento?
R- No, pero entiendo que por parte de algunas personas estáis intentando, y te incluyo, estáis intentando hacerlo ver así por sacar un rédito político no sé a qué viene ese intento de rédito político.
RP- Yo no estoy intentando sacar ningún rédito político María José…
R- Bueno, tú sabes muchas cosas. Tantas como yo y más. Y tú sabes el rédito político que estás intentando sacar tú y los que te acompañan. O para los que trabajas o para los que, yo qué sé, haces el trabajo de campo.

P 13/ ¿Nos puede dar la información sobre las bases, el concurso de méritos, las actas de tribunal y la resolución de la oferta de gestor cultural?
R- Está todo en el SEXPE tal y como se llevó la oferta al SEXPE. El SEXPE mandó una persona que cumplía totalmente con el perfil y a esa persona se contrató. Igual que se ha hecho en muchos otros trabajos. Entre otros, por ejemplo, el último que coincidió más o menos en la fecha, un poquito después, el de jardinero. Por el que nunca me has preguntado. Por el que nunca me has preguntado, no sé con qué criterio.
RP- Entonces, el único criterio que se tuvo para la contratación del gestor cultural de Montánchez es la lista que se mandó desde el SEXPE, ¿no hubo una especie de concurso de méritos?
R- No perdona, la lista que se mandó al SEXPE se incluye un perfil bastante definido y con unas características. Yo creo que se ajustan bastante a la gestión cultural. De hecho el trabajo que se está desempeñando es magnífico y nadie lo puede poner en cuestión.
RP- Nadie ha entrado en esa terminología María José.
R- Si se está desempeñando un trabajo magnífico y que nadie pone en cuestión y se está haciendo un trabajo por encima del pedido además, no sé a qué viene el cuestionar tanto la figura de esa persona por el hecho de que sea de pensamiento socialista. Única y exclusivamente la cuestionas por eso.
RP- No he entrado en esa terminología. Simplemente…
R- Bueno, me acabas de decir que si estaba en las listas del Partido Socialista.
RP- Y si considera que eso es ético y estético.
R- Me parece estético porque te lo repito por tercera vez. Los socialistas también tienen derecho a trabajar en este pueblo.
RP- Claro. Por supuesto. Pero todo el mundo.
R- Pues según vosotros no. Según vosotros no.
RP- Yo considero que todo el mundo tiene derecho a un trabajo digno y de calidad.
R- No, pues parece ser que no. Parece ser que los socialistas, cuando optan a un trabajo municipal no tienen derecho.
RP- Tienen los mismos derechos que el resto, desde mi punto de vista, y ningún derecho más que el resto.
R- No, no, no. Porque a alguien se le presupone una ideología que no os gusta ya vamos a buscar hasta el mínimo detalle, si es legal o no es legal, de los otros trabajadores nadie cuestiona nada.
RP- Pero entonces María José, ¿no hubo una especie de concurso-oposición para la ocupación del puesto?
R- Se ha pedido una lista al SEXPE como en muchos otros casos. Ayuda a domicilio, se pide al SEXPE; peones de oficios múltiples, se pide al SEXPE; bibliotecaria, se pide al SEXPE. Si viene más de una persona es cuando se hace prueba, si no viene más de una persona no se hace. Y no es la primera vez. Jardinero, se ha pedido al SEXPE; maquinista, se ha pedido al SEXPE; peón de oficios múltiples, para barrer, se ha pedido al SEXPE; ayuda a domicilio, se pide al SEXPE. No sé, podría decirte más cosas.
RP- Sí, sí. Por supuesto.
R- Pero solo has indagado sobre la cuestión de la gestora cultural.
RP- No se preocupe que ya vendré…
R- No, no. A mí no me preocupa que yo tengo la conciencia muy tranquila. Y muy libre.
RP- Que ya vendré a indagar sobre… -la alcaldesa interrumpe constantemente-.
R- Hasta ahora la tengo muy libre.
RP- Que ya vendré a indagar sobre otros asuntos.
R- Y si tus intenciones son las que preveo pues yo también me reservo las mías.
RP- Por supuesto.

P 14/ ¿Cómo se financia el puesto de gestor cultural?
R- Por el Ayuntamiento.
RP- Presupuesto municipal.

R 15/ Tengo entendido que los primeros seis meses quien estuvo contratado como gestor cultural lo fue por una subvención que salió en el D.O.E. de la Junta de Extremadura…
R- Pedimos una subvención. Pedimos. Ahora ha salido también precisamente hace unos días.
RP- Y puesto que ya tiene un gestor cultural con un contrato indefinido, quería saber…
R- No se le ha hecho contrato indefinido a nadie. Esas fuentes que te lo aclaren.
RP- Pues explíqueme qué tipo de contrato tiene.
R- Tiene un contrato que no se ha catalogado como indefinido, en principio, por obra y servicio.
RP- Por obra y servicio que en una labor que se puede desarrollar durante 50 años, en la práctica es indefinido.
R- No lo sé. En principio está desarrollando su labor con una competencia suprema.
RP- Nadie ha entrado en ese campo.
R- Lo mismo que sobre eso hay otros trabajos –contratos- que se han hecho con otros trabajos. Si el que ha sido beneficiario del puesto es competente, pues ahí está, mantenido. Te repito otra vez que ahí está el de jardinero.
RP- De acuerdo. Tengo entendido que el año pasado se prescindió de solicitar esta subvención puesto que ya estaba cubierta la plaza por el actual gestor cultural.
R- El año pasado no es que se prescindiera es que nosotros no podemos vincular este trabajador a esta subvención porque ya está trabajando aquí.
RP- Entonces, si no tuviésemos un gestor cultural contratado por obra y servicio, que en la práctica viene a ser algo parecido a indefinido, cubriría el salario de ese perfil la subvención de la Junta de Extremadura en lugar de todos los montanchegos.
R- No, no lo cubriría porque en principio pueden darte la subvención o no. Y segundo, no la cubre.
RP- ¿Alguna vez se ha rechazado la subvención cuando la ha pedido?
R- No, es que la subvención solo nos han rechazado la primera vez.
RP- El resto de años tengo entendido que había también una persona contratada desarrollando la labor de gestor cultural por el período de seis meses.
R- No, no, no. Estás equivocado porque no hemos tenido opción a la subvención de gestor cultural. O sea que, estás equivocado.

CIERRE- Pues por mi parte no hay más preguntas señora alcaldesa.

*Nota de F.P.M. Tras esta breve entrevista, que no duró más de 20 minutos y que tengo grabada íntegramente en mi grabadora, la señora alcaldesa y el periodista que les habla mantuvimos una conversación de más de dos horas sobre muy diversos asuntos. Por supuesto, en cuanto terminó la entrevista corté la grabación de audio y vídeo y la conversación pasó a ser absolutamente privada. Me gustaría señalar que esta entrevista fue acordada vía email con la señora Franco Sánchez y que en ese email se especificaba claramente la necesidad de captar el contenido de esta entrevista en formato audiovisual. 

lunes, 23 de mayo de 2016

La Coronación de la Virgen de la Consolación del Castillo de Montánchez

Cuando hablamos de Montánchez a todos nos viene a la mente el famoso jamón que se produce en la localidad y el Castillo que domina la panorámica del pueblo. Sin embargo, en un aspecto más interno, privado y basado en el mundo de las creencias de las personas; un hecho que dota al municipio de un carácter propio es, sin duda, la devoción que siente la inmensa mayoría de los montanchegos por la Virgen de la Consolación del Castillo.

El día 10 de septiembre de 1950 se produjo la Coronación de esta virgen, que es la patrona de Montánchez. Con independencia de las creencias de cada ciudadano, es evidente que esta figura es sentida y venerada por muchos. 


Algunos apuntes sobre la coronación

Los preparativos para este acontecimiento religioso comenzaron al menos en 1949, un año antes de la Coronación. Durante ese año desfilaron por Montánchez numerosos grupos de baile, danza, folklore, etc. Sin embargo, no siempre se obtuvieron beneficios por estas actividades. La mayoría de las veces era más caro traer a estos grupos que lo que se obtenía por la venta de entradas. Por ejemplo, en abril de 1949 se celebró un acto en el Salón de Marilá a cargo del Frente de Juventudes de Cáceres. También actuó en este lugar la agrupación de coros y danzas de Cáceres. Respecto a este último, se gastaron dos terceras partes de lo recaudado tan solo en traer y llevar el grupo a Cáceres.


La Comisión encargada de los preparativos de la Coronación mandó cuatro jamones a dos invitados ilustres para celebrar este acontecimiento, dos patas fueron para el obispo de Badajoz y dos para el de Pamplona.

Para sacar dinero con el que costear parte de los gastos derivados de la Coronación se celebró un teatro a cargo de las alumnas del Colegio Santo Ángel, también una tómbola en la que cada tienda y algunas familias dieron objetos para rifar.



Por otro lado, y para festejar esa fiesta religiosa, se repartió comida entre las familias más pobres de Montánchez. Se prepararon raciones de ternera para las tropas que se desplazaron hasta Montánchez al objeto de la Coronación.

También se encargaron unas andas de plata a la casa Meneses S.A. de Madrid (en total, esta pieza costó 15.000 pesetas que se pagaron en dos plazos). Se celebró una cena de gala para las autoridades, el dinero obtenido por cada cubierto se destinó a los gastos derivados de la Coronación. Se rifaron varios pavos reales, los vecinos dieron muchísimo dinero en donativos. Por estas y otras actividades de diversa índole se consiguieron recaudar 60.630,60 pesetas.

A la Coronación de la Virgen del Castillo vino una tropa, a la que se pagó el transporte, igual que a la banda de música de Cáceres. Casi todos los actos se celebraron en el Salón de Marilá. El dinero que costó la comida dada a los pobres y las raciones para los militares alcanzó las 8.325,15 pesetas. El banquete oficial 9.676,40 pesetas. El total de los gastos previos a la Coronación alcanzó la cifra de 59.794,65 pesetas.

Las 835,95 pesetas que sobraron, descontando los gastos a los ingresos, se las dieron al cura.

Ese mismo año también se llevó a cabo la pavimentación de la Plaza de España de Montánchez. Para ello, cada familia de la localidad prestó su ayuda en forma de jornal. Se comenta que las familias más pudientes contrataron a algún obrero para llevar a cabo tal trabajo. En resumen, la pavimentación con lanchas de la Plaza de España de Montánchez corrió a cargo de las clases populares de la localidad.

El día de la Coronación de la Patrona de Montánchez las calles de la localidad estaban completamente llenas de devotos tanto de la localidad como de los pueblos cercanos. La lista de autoridades, civiles y religiosas, invitadas al acto fue enorme. Ese día se celebró uno de los grandes acontecimientos de Montánchez. Ya han pasado 66 años y la devoción de buena parte de la población continúa en el presente. 


jueves, 19 de mayo de 2016

El desempleo en los municipios de la Comarca de Montánchez

El paro es uno de los grandes problemas, retos y dramas a los que se enfrenta España. Se trata de una característica endémica del país, algo que en Extremadura, y en las zonas rurales en particular, se ha convertido en una auténtica epidemia que desangra a las familias, que obliga a los jóvenes a emigrar, que posterga a los desempleados a la más triste e injusta de las resignaciones.

En la Comarca de Montánchez la situación no es una excepción. La localidad con mayor tasa de desempleo de la Comarca, según los datos del INE en marzo de 2016 –los últimos de los que es posible extraer datos a nivel municipal- es Salvatierra de Santiago con el 44,62%. En el lado opuesto; es decir, el municipio con menor tasa de paro es Zarza de Montánchez con el 18,40%.

Salvatierra de Santiago es la localidad con mayor tasa de paro (44,62%), mientras que Zarza de Montánchez disfruta de la menor tasa de paro (18,40%). 


Son varios los pueblos en los que la tasa de desempleo supera el 30%, como Aldea del Cano (31,74%), Plasenzuela (32,79%) y Ruanes (31,60%). Por otro lado, en otros municipios, aunque la situación no es demasiado boyante, los datos son menos malos y la tasa de sitúa cerca del 20%, como en Almoharín (20,60%), Casas de Don Antonio (20,98%) y Montánchez (21,60%).



Por lo general, los núcleos rurales adolecen de falta de dinamismo en la economía, de ausencia de espíritu emprendedor y de muchos otros factores que hacen que el desempleo sea un problema crónico en estos entornos. Y gracias a que aún existe el PER y los jornales en el campo o en la limpieza doméstica –bendita economía sumergida que permite llenar el plato cada día-; de lo contrario, en estas zonas, muchas familias no ingresarían un solo euro cada mes. 

Municipio
Tasa de desempleo marzo 2016 (INE)
Albalá
22,28
Alcuéscar
26,38%
Aldea del Cano
31,74%
Almoharín
20,60%
Arroyomolinos
25,42%
Benquerencia
27,95%
Botija
25,73%
Casas de Don Antonio
20,98%
Montánchez
21,60%
Plasenzuela
32,79%
Ruanes
31,60%
Salvatierra de Santiago
44,62%
Santa Ana
28,38%
Santa Marta de Magasca
29,07%
Sierra de Fuentes
29,94%
Torre de Santa María
24,58%
Torremocha
24,32%
Torreorgaz
27,06%
Torrequemada
29,07%
Valdefuentes
22,13%
Valdemorales
26,92%
Zarza de Montánchez
18,40%

Clientelismo político y enchufismo

Las zonas rurales también son el terreno abonado para la práctica del clientelismo político. Las administraciones públicas –Ayuntamientos principalmente- son los mayores generadores de empleo y, por ello, tienen un enorme poder en materia laboral y política.

En determinadas zonas, dramáticamente en Extremadura, se produce el fenómeno del enchufismo. Los gestores de las administraciones públicas colocan en los trabajos a sus familiares y amigos políticos, de tal forma que, quien no casa con la forma de hacer las cosas en un contexto tan pequeño y cerrado como es un pueblo, se ve abocado al ostracismo.



Por otro lado, las caciquiles prácticas de clientelismo político en los entornos rurales demuestran su eficacia política, ya que muchos alcaldes y alcaldesas han comprobado que les mantiene en el poder. “Tú me votas y yo te doy trabajo”, es la máxima que corroe nuestra sociedad rural, que rompe con la meritocracia, que trunca nuestro futuro.

Y es que, como decíamos, el paro es un problema endémico, una lacra enorme; es uno de los principales, sino el principal, problema que asola nuestro país, región, comarca y municipio. 

miércoles, 18 de mayo de 2016

El crimen de Alcuéscar: el ocaso de Concha ‘la Somera’

A inicios del lejano año de 1906 en el vecino pueblo de Alcuéscar tuvo lugar un asesinato. El crimen presentaba todos los ingredientes para convertirse en una novela amorosa contada a la ciudadanía por entregas. Pronto algunos periodistas se desplazan hasta el cacereño pueblo para conocer de primera mano los detalles del caso, instruido en el Juzgado de Montánchez. La sociedad pueblerina del momento incrimina a Concha ‘la Somera’, una mujer que no se adapta a los machistas cánones del momento. La víctima es un señorito adinerado. Este caso hizo que corrieran auténticos ríos de tinta en los periódicos de principios del siglo XX. Nosotros vamos a hacernos eco del caso recurriendo a las informaciones publicadas a lo largo de tres días por ‘El Imparcial’. En el tratamiento periodístico del denominado “Crimen de Alcuéscar” se mezclan el sensacionalismo, el machismo y el clasismo con la única finalidad de vender más periódicos. La mentalidad de la sociedad del momento se impone frente a las razones o los hechos. Esto es lo que recogió la prensa: 

‘El Imparcial’ (02/03/1906):

“Perfiles del Día”

<<Nuestro excelente corresponsal en Mérida ha lanzado á la publicidad la historia espantosa del crimen de Alcuéscar, y en él aparece como autora del asesinato del Sr. Castilla aquella famosa Concha La Somera, que fué la figura principal del proceso del “Muerto Resucitado”, cuyos incidentes conmovieron á toda España hace muchos años y produjeron la fiebre en el pueblo de Plasencia.

Los lectores de EL IMPARCIAL conocen el caso sobre el que venimos publicando extensa información. Nada más emocionante y siniestro. La Somera va de Cáceres á Alcuéscar á ver á su hijo, que sirve en casa del Sr. Castilla. Es allí recibida con agasajo cariñoso. De repente aquella mujer quiere robar al honrado caballero que tan benévola protección la otorgaba, y en el desarrollo de una serie de escenas que espantan, La Somera mata de una puñalada al hombre bondadoso que había colmado de favores á ella y á su hijo.

Ahí está otra vez, destacándose ante la mirada de los hombres, el perfil trágico que brota de en medio de la monotonía de la existencia para recordar las fierezas indominables del instinto primitivo, jamás domado suficientemente por la civilización.

La Somera representa esa cantidad de fuerza expansiva é inconcebible que yace escondida aquí y allá como los paquetes de dinamita en el moderno campo de batalla. Ayer esa esencialidad trágica aparecía en Plasencia como la salvadora de Eustaquio Campo Barrado, del hombre desposeído de su fortuna, que había perdido el entendimiento, la memoria, el haber, el nombre. Entonces esa mujer era el ángel que, llevando de la mano al pobre imbécil y harapiento, quería reconquistarle cuanto la naturaleza y la sociedad le habían quitado… De entonces á acá, La Somera permaneció en la sombra; pero la fuerza de expansión trágica, acumulando en la inercia la energía, ha estallado de nuevo en la casa del honrado caballero de Alcuéscar.

Ayer Concha La Somera evocaba los recuerdos de las hembras sublimes que han puesto en la defensa desinteresada de los justos la abnegación suprema y el sacrificio sin límites. Hoy evoca la memoria negra de la criminal odiada, que cubre con las faldas femeninas un monstruo de maldad.

Los cronistas del proceso del “Muerto resucitado”, hablando de ella, nombraba á Cordelia, la hija del rey sin trono. Ahora parece surgir del hediondo sepulcro y marchar desde el cementerio del Este a las cárceles del pueblo extremeño en busca de su espíritu gemelo el fantasma de Higinia Balaguer.

“La tragedia de Alcuéscar. El ocaso de una heroína. En marcha á Alcuéscar. Quién era la víctima. Audacias de la Somera. Lúgubre cantar”

Voy en el tren de la línea de Cáceres, que dejo en el trayecto para ir á Alcuéscar.

Valiéndome de un amigo, envío por Cáceres estas informaciones recogidas en el camino.

A la tarde, si puedo, telegrafiaré desde Montánchez.

El muerto, D. Manuel Castilla Tena, de treinta y cinco años de edad, natural de Guadalcanal, pertenecía á una familia distinguidísima de aquel pueblo andaluz, y era sobrino del general Castilla, muerto en Badajoz recientemente, y pariente de los Golfín y del gran poeta Adelardo López de Ayala.

Hace ocho años casóse con una señorita de Alcuéscar, con la que ha tenido dos hijos y á la cual ha dejado embarazada.

A fin de montar una gran industria de pan por procedimientos modernos, había realizado sus fincas de Guadalcanal, y el hijo de la Somera era empleado de su fábrica.

Se cree que la Somera, más que loca, como ella quiere hacer creer, es una criminal solapada y terrible.

Al entrar en la cárcel dijo que se burlaría de tanto tonto como tiene la justicia, y pidió chocolate en obsequio á su celebridad.

Viendo pasar por la cárcel el entierro de su víctima, compuso esta copla:

“Gracias a Dios que he llegado
á las puertas de esta villa
para quitar de este mundo
á Don Manuel Castilla”.

“En el lugar del suceso. Diversidad de opiniones. La casa de la tragedia. Visita á la viuda. Cuadro doloroso. La viuda relata el crimen. La Somera ¿mató por robar, ó por despecho amoroso?. El juez instructor”

Acabo de llegar á Montánchez, con objeto de telegrafiar las impresiones que he recogido durante dos horas de permanencia en Alcuéscar, que no tiene telégrafo.

La opinión recogida en estos pueblos muéstrase propensa á creer que la Somera no es loca, sino una criminal expertísima. Acerca de los móviles del hecho, no hay afirmación terminante alguna.

En general, nadie cree en el robo, como estímulo determinante, sino la familia de la víctima; y en cambio, enlazando hechos dispersos y rumores públicos, no sería difícil creer en un crimen pasional, como explicaré luego.

He visitado la casa del crimen, que tiene aspecto de solariega, con fachada á tres calles y con un escudo de hidalguía tallado en granito sobre la puerta.

El digno párroco de Alcuéscar, D. Pedro Sánchez, tuvo la amabilidad de acompañarme y presentarme á la viuda del Sr. Castilla, de Natividad Cáceres, bellísima señora de unos treinta años, cuya interesante palidez se rozaba bajo los negros paños del luto y por el dolor de la tragedia, aún impreso en su semblante.

Lloraba la viuda ante el ancho hogar donde el fuego ardía, y rodeábanla amigas y sirvientes.
Sus hijas María y Luisa son dos niñas rubias como arcángeles, de tres y seis años de edad, respectivamente.

En aquella silenciosa casa y con las puertas cerradas parece flotar aún lo terrible.

-¡Allí, allí –me decía doña Natividad con espanto- cayó mi pobre marido!

Y desde su sitio señalaba las gradas del pasillo donde había chocado la cabeza del inerte esposo.

Suplicando yo á doña Natividad que me relatara las escenas que tal horror había sembrado en su hogar, empezó a hacerlo después de serenarse, y no sin tener que interrumpir con frecuentes lloros.

He aquí su relato.

Hace seis meses, la Somera, que vivía en Cáceres, vino á Alcuéscar, sin otro objeto que buscar colocación á su hijo Ignacio como panadero en la fábrica del Sr. Castilla.

Este, que no conocía á la Concha ni á su hijo, ofreció que le tendría en memoria para cuando le hiciese falta.

Tres meses después, súpose que Ignacio y Concha vivían en Montánchez, y hace quince días el primero se trasladó a Alcuéscar en concepto de operario de la casa del Sr. Castilla.

Ni lo trataba la familia de éste, ni sabía qué clase de sujeto era moralmente; sólo estaban enterados de que era un buen trabajador.

Tres días antes del crimen, sin que nadie la esperase, cuando la familia de Castilla abrió por la mañana las puertas de su casa, presentóse en ella la Somera.

Sábese que había llegado á Alcuéscar al mediar la noche anterior, y que había esperado en la calle.

Dijo que venía á establecerse en Alcuéscar, y rogó á doña Natividad que la hospedase dos ó tres días hasta que ella arreglara sus asuntos.

Aunque no dejaba de ser extraña la petición de la Somera, ésta ganóse pronto la voluntad de la señora por su dulce y gallardo aspecto y por su extrema ternura con los niños, á quines en los dos días siguientes hacía decir oraciones, y á los cuales llevaba á misa y de paseo.

Absolutamente nada anómalo se observó en ella; y así llegó la noche del crimen.

Eran las once. En el comedor conversaba el Sr. Castilla con un amigo suyo, el Sr. Andújar, del vecino pueblo de Santa Amalia, á quien tenía que pagar una fuerte partida de trigo. Doña Natividad, después de haber acostado á sus niños, dormitaba en la cocina.

En una habitación situada frente á ésta hallábase ya acostada Concha, y en el suelo, sobre una manta, su hijo Ignacio.

Doña Natividad, cuyas otras dos criaturas dormían fuera de la casa, observó que la Concha, no desnuda, aunque acostada, se había levantado dos ó tres veces, á pretexto de beber.

Dentro de la habitación de la Concha había una bodega, cuya llave echaba y se guardaba todas las noches doña Natividad. Aquella noche, cuando fué a cerrar, no encontró la llave, y, vigilada por la Somera, ésta le dijo al fin que no tenía que cerrar puerta alguna.

Como insistiese la señora, levantóse la criminal y amenazó con un revólver.

A los gritos de doña Natividad, Castilla y Andújar, con una escopeta el uno y con un revólver el otro, acudieron desde el comedor.

Refugiada la Somera en su habitación y sin descubrir su cuerpo, amenazaba con el revólver á los hombres, y ellos, persuadidos por doña Natividad, á quien horrorizaba el que disparasen contra una mujer, salieron de la cocina, y, llevándose á la señora, se dirigieron á la habitación de los niños, no sin haber comprobado antes que, tanto la puerta de ésta como la de la calle, no tenían puestas las llaves.

Entonces pidieron auxilio por una reja de la calle.

Suplicaba la señora á Ignacio que, contra el empeño de su madre, que seguía desafiando á todos, abriese la puerta principal.

Ignacio, según la señora, luchaba mientras tanto con su madre para calmarla y contenerla; pero, fuese por temor, ó porque en ello no pusiera gran empeño, nada logró.

Lo demás ya es sabido de los lectores de EL IMPARCIAL…

Solo debo confirmar que el Sr. Castilla fué muerto por Concha delante de un guardia que la custodiaba después de haberla desarmado los demás del revólver.

Los otros guardias, uno de los cuales, por fatal equivocación, había herido á Ignacio, que se presentó poco antes inofensivamente, buscaban á los seis hombres que decía la Concha tener ocultos.

Aludía, sin duda, á las seis cápsulas de su revólver, arma de tan mala calidad que, al dispararla su dueña, quedó el proyectil obturando el cañón, por fortuna de los guardias, de las autoridades y del público.

Para éste, en todo Alcuéscar resulta lamentable la fatalidad que pudo hacer que la intervención de la Guardia civil sirviera para causar inútilmente una víctima, y no para evitar la muerte del Sr. Castilla en su misma presencia.

Doña Natividad no cree loca en modo alguno á la Somera, y afirma que la intención de ésta fué el robo, y que se trata de una criminal, maestra suprema en el arte de serlo, ó, cuando menos, en el de captarse la confianza de las gentes con halagos é hipocresías.

Con respecto al hijo, nada puede apreciar doña Natividad, aunque le resulta equívoca su conducta.

Ahora bien; no cabe duda de que tampoco, como tal ladrona, es muy explicable la conducta de una mujer que, pudiendo esperar á que durmiesen todos, empezó por avisarlos y advertirlos.

Voy á lo que pudiéramos llamar motivos pasionales.

La Somera cerró la puerta de la calle y guardó todas las demás de la casa, como con el único objeto de privar de escondite ó refugio á su víctima ó víctimas. Ella mató al señor Castilla como quien cumple un objetivo tenazmente determinado, puesto que, si su idea hubiera sido matar á cualquiera, habría podido matar al alguacil que tenía al lado cuando salió D. Manuel. Ella había venido á casa de Castilla preparando la muerte de éste con todo género de astucias.

¿Era, acaso, tal muerte su único ideal en todo el audaz y horroroso drama? En Alcuéscar se cree que sí.

Concha la Somera, que conserva en sus cuarenta y tanto años bastante belleza, había conocido á D. Manuel hace lo menos seis meses, y tres después trasladóse desde Cáceres al pueblo de Montánchez, sólo dos leguas distante de Alcuéscar, y se afirma que D. Manuel, joven y gallardo, iba con frecuencia á Montánchez y visitaba á la Somera.

Y se afirma igualmente que, cerca de la casa de la Somera en Montánchez, vivía otra mujer con quien el Sr. Castilla acaso intentara ó consiguiera alguna amistad…

De modo que vine á estos pueblos á salir de dudas y tengo adquirida una más.

¿Es la Somera una ladrona y asesina osadísima, ó una loca? Hay que preguntarse, además, con todo el pueblo de Alcuéscar: ¿Es una amante vengativa?

Confío en que mañana, por las investigaciones que haré aquí y mediante alguna entrevista con la célebre Somera, podré esclarecer estas dudas, podré, cuando menos, inclinarme á cualquiera de esas tres interrogaciones.

La Somera está en la cárcel de este juzgado, así como su hijo, herido.
Instruye el sumario con toda actividad el dignísimo juez D. Alfonso de Pando>>.





‘El Imparcial’ (03/03/1906)

“La tragedia de Alcuéscar. Concha la Somera. Páginas de su vida

<< ¿Qué fué, qué hizo Concha la Somera, después del famoso proceso de Plasencia?

Acaso esta misma tarde, después de la entrevista que tendré con la Somera en la cárcel, donde no está incomunicada, pueda conocer las vicisitudes de la célebre matadora de D. Manuel Castilla.

Al creer lo que se dice por estos pueblos, propensos á abultar todo lo referente á las hazañas de esta heroína, Concha la Somera ha viajado por Lisboa, Londres, París, América y Argel, siguiendo acaso el curso de su destino aventurero.

Sobre el carácter y condición moral de la Somera oigo juicios tan apasionados como contradictorios.

Durante los tres meses de su permanencia aquí, Concha vestía fastuosamente, luciendo alhajas, jactándose de su historia y mostrándose, en punto á religión, piadosísima devota.

Nadie cree que el crimen de Alcuéscar cometiéralo Concha por propósito de robar.

He podido traslucir, no obstante el secreto con que sigue el sumario el recto juez instructor Sr. Pando, que el curso de las diligencias é investigaciones judiciales, inclínase del lado de considerar probable la locura de la Somera.

Sin embargo, los facultativos dudan de la perturbación mental de Concha, existiendo además motivos suficientes para seguir como pista el móvil del crimen, el aspecto pasional del mismo, realizado en forma de aparatoso matonismo, cual conviene al carácter novelesco de esta mujer.

No puede despreciarse esta condición de la Somera para hallar la explicación de sus extravagancias y de su criminal hazaña, que sin tal clave, aparecerían indudablemente de una incoherencia demente.

Se da la singularísima circunstancia de que mientras su delito y la conducta posterior al mismo, preséntanla como una alienada, ninguna persona de su intimidad la cree loca, y así, ni sus amigos, ni sus convecinos, ni su propio hijo Ignacio –aceptan la idea de la demencia de Concha.

He comprobado que el Sr. Castilla hacía viajes á Montánchez, comiendo aquí en compañía de la Somera. D. Manuel Castilla paraba primeramente en casa de una familia amiga, y después, cuando Concha vino a este pueblo, en la misma posada que la Somera.

Últimamente el Sr. Castilla paraba en casa de un señor apellidado Carpintero, y la Somera alquiló un piso en la misma casa.

Estas noticias me han sido comprobadas por la misma familia del Sr. Carpintero, cuya esposa, doña Dolores Cosal, natural de Trujillo, y bellísima, por cierto, tuvo la amabilidad de hablarme de la Somera y referirme detalles interesantísimos.

Desde que fueron vecinas la señora Carpintero y la Somera, el Sr. Castilla acostumbraba dejar su caballo en la misma casa, entablando amistad con el Sr. Carpintero y comiendo frecuentemente en la misma casa.

La Somera presenciaba las comidas de Castilla y siempre le invitaba á subir al piso que aquélla habitaba, para hablarle, según decía, reservadamente, y en efecto, Castilla permanecía encerrado con la Somera algunos minutos.

En varias ocasiones, doña Dolores Cosal oyó al Sr. Castilla manifestar vagos temores respecto de la Somera, y esta, en cambio, díjole que Castilla quería llevarla á Alcuéscar y darla un buen empleo en la venta del pan.

También puso observar la señora de Carpintero que la Somera consultaba el horóscopo y echaba las cartas interrogando el porvenir, hablando de un enamorado rubio que había de hacerla feliz. (El Sr. Castilla era rubio).

Es de notar que semejante amistad, fuese cualquiera la índole de la misma (que la señora de Carpintero no afirma que fuese amorosa, por parte de Castilla, al menos), ignorábala la esposa de la víctima, y esto puede explicar que el Sr. Castilla admitiera en su casa á una desconocida temiendo un escándalo de celos ó secundándola en su engañoso plan.

Causas no bien determinadas de asperezas de carácter –según doña Dolores me refiere- motivaron la ruptura de relaciones entre ambas vecinas y pocos días después Somera anunciaba que el Sr. Castilla le enviaría un carro para que se trasladase á Alcuéscar.

Llegó el día de partir Concha y entre ambas vecinas hubo disgustos, y la Somera anticipó la salida de la casa y sacó los muebles por una ventana alta “para no tener que matar á doña Dolores si la encontraba en la escalera”, según dijo.

Al mediar la noche de aquel mismo día la Somera alquiló un borrico, marchándose á Alcuéscar.

Cuenta también la señora de Carpintero que la Somera sostenía constantemente conversaciones lúbricas, deduciéndose de ellas que Concha estuvo enamoradísima de un señor que la tuvo en su compañía una temporada, y que quiso matar á otro, llamado Luis Cordovés, por creerse abandona cuando éste se casó.

Además sabe que la señora de D. José Nieves –que recientemente se llevó á la Somera al campo acompañando á la familia de aquél- tuvo que regresar á Montánchez atemorizada y celosa de la Somera.

Domina, pues, en la historia de la Somera una tendencia teatral y peligrosísima, y puesta á matar, no es raro buscase más bien que celosas venganzas, escenas y escenarios resonantes. Si así fuese, la fatalidad habría querido favorecer esta constante aspiración de la novelera Concha, permitiéndola matar al Sr. Castilla en la presencia de la Guardia civil.

Ignacio, el hijo de la Somera, es un infeliz que estaba borracho la trágica noche en que su madre cometió el crimen y él fué herido levemente.

El pobre hombre dice que ignora por qué su madre hizo aquello, y añade:

-Fué alguna vena que le dió.

Repite que su madre, á la que profesa gran cariño, no está loca. Al menos, así lo cree él firmemente.

La Somera tiene otro hijo de once años, que probablemente no es de su marido, que se halla separado de ella hace muchos años más.

“Hablando con la Somera”

Acabo de ver y hablar á la Somera. Me ha acompañado en la entrevista el médico forense Sr. Madruga, que duda de la locura de la procesada.

Esta me recibió con grandes muestras de satisfacción al saber que hablaba con un periodista, y empezó diciéndome:

-¡La providencia lo ha hecho todo, señor! ¡Cumple altos destinos!- Y después de estas exclamaciones permanece como extática.

Examino atentamente á la siniestra heroína y examino también el calabozo donde está encerrada.

Constituyen el mobiliario de aquella lóbrega estancia un mísero camastro y una lamparilla rústica de aceite. Por todo adorno una larga ristra de chorizos, que no pesarán menos de una arroba, cuelga de una alcayata clavada en la pared. Con los víveres propiedad de la procesada.

Cuenta ésta cuarenta y cinco años de edad y en su rizosa cabellera asoman las canas, desteñidos ya los afeites con que lo ennegrecía cuando gozaba de la libertad.

Viste un humilde traje de casa, no exento de coquetería.

La Somera es alta, pálida, y se comprende que, una vez pintada y arreglada, haga recordar sus bellezas juveniles, de las que conserva su mirar pasional, vivo y dominante y las actitudes trágicas.

Concha me ha hecho un relato largo é incoherente, con incoherencia cuya sinceridad permítome poner en duda, porque se refiere más al orden de motivos lógicos de su conducta que no á la falta de enlace de su charla verbosa.

Sin ser preguntada me relató su accidentada vida y su hazaña última, siempre sobre la pauta de pretendidas predestinación y rehuyendo entrar en los hechos y circunstancias que más importaría conocer.

Guarda absoluta reserva acerca de su relación con el Sr. Castilla y de las visitas que éste le hiciera. No hay modo de hacerla contestar concretamente sobre estos extremos.

Dice que se marchó de Montánchez porque quería matarla su vecina doña Dolores, y refiere su fuga por la ventana de la casa y su marcha á Alcuéscar.

Añade que al salir para este último pueblo se armó de un revólver y puñal por tener noticia de que había en Alcuéscar gentes pagadas por los enemigos del “muerto resucitado” que trataban de asesinarla.

La noche del crimen supo que había encerrados en la bodega de la casa del Sr. Castilla seis hombres, que se proponían a matarla y asesinar también á Castilla y Andújar.

-Sin embargo- interrumpila interrogando -¿por qué mató usted al Sr. Castilla y no a los guardias, que la maltrataron?

-¡Dios lo quería!- responde arteramente, y añade:

-Saqué la mano del pecho sin darme cuenta de que en ella tenía un puñal, y sin querer matar á nadie, maté.

Revélase claramente en estas frases un plan preconcebido de defensa. Una loca furiosa hubiera blandido la oculta arma contra cualquiera, contra los guardias, que la desarmaron a sablazos, hiriéndola en las muñecas, pero no contra el Sr. Castilla, que se aproximó á ella para increparla solamente.

Además, loca y predestinada, afirmaría un crimen fanático, arrogantemente, no insinuando, por si acaso, la idea de la falta de intención al dar el golpe mortífero.

En suma, una larga y peritísima observación médica, será el medio único de poder deducir las responsabilidades imputables á la autora de la muerte de D. Manuel Castilla, apenas su el sumario podrá ofrecer otro interés que el de esa cuestión médico-legal.

Díceme la Somera que nunca salía de España, y que después del proceso de Plasencia estuvo en el manicomio de Ciempozuelos, y al salir de este establecimiento, recorrió aventureramente la Extremadura, parando con impermanencia en Cáceres.

Concha la Somera, que rehusa hablar de hechos determinados y protesta frecuentemente de que la crean loca, dícese cortejada por gentes principales, y afirma ser nieta de títulos de Castilla. Y no deja de ser extraño que quien tan poco categórica se muestra ahora en sus manifestaciones, sea la misma mujer jactanciosa que antes de su crimen relataba pintorescamente y con precisa elocuencia hechos y aventuras á su vecina doña Dolores.

La Somera, que posee efectivamente algunas joyas y cuidaba de adornarse mucho, ocupábase en algunos pueblos en construir baúles y venderlos.

Todo lo que se refiere á esta mujer es extraordinario, y hace dudar acerca de la integridad de sus facultades mentales. Recuérdese también en la época del famoso proceso del “muerto resucitado” se dudó si la Somera era una loca, ó si fingía serlo para prestarse á representar una escandalosa comedia>>.



‘El Imparcial’ (04/03/1906)

“La tragedia de Alcuéscar. La entraña del sumario”

<<Acabo de regresar de Montánchez y Alcuéscar, confirmando los datos recogidos y celebrando una nueva entrevista con la Somera.

El resumen de mis observaciones me permite creer firmemente que se trata de un crimen digno de la perspicaz observación de los alienistas y de la sagacidad del juez instructor de este sumario.

Por fortuna, el digno magistrado que se halla al frente del juzgado de Montánchez, don Alfonso de Pando, es un hombre de talento y pericia bien probados. Abrumado actualmente por la instrucción de tres causas por delitos á los que la ley señala la pena de muerte, concentra su atención sobre el proceso de la Somera, y seguramente sabrá aquilatar si la famosa mujer es una loca, contra tanto indicio como hace sospecha que sea una criminal perversa que se escuda hábilmente tras la fama de sus extravagancias de alienada.

El romo, como causa ó motivo del crimen, es punto completamente desechado en las investigaciones judiciales, y el verdadero trabajo del sumario ha de encaminarse á averiguar el valor que tengan la singular y previa amistad de Castilla y de la Somera y la relación posible del disgusto entre ésta y sus vecinos con el crimen.

Contemplados conjuntamente ciertos hechos, adquieren fuerte valor de presunción la responsabilidad de la criminal y de sus añagazas.

Repárese que el Sr. Castilla comía habituamente en la panadería de Montánchez en sus viajes dominicales al mercado de este pueblo, y que desde la llegada al mismo de la Somera, para en la misma posada que ésta.

Trasládase después la Somera á una casa particular, y Castilla deja la posada y concurre á la nueva vivienda de aquella mujer, sin que, hasta entonces, conociera Castilla á la vecino del piso bajo de la misma casa, doña Dolores Cosal.

Poco después, esta señora y la Somera tienen un disgusto tan grave, que Concha decide salir de la casa y saca sus muebles por una ventana alta.

Mientras ayer me refería la Somera que salió en tan desusada forma de su casa por no matar á doña Dolores ó porque ésta no la matara á ella, pensaba yo si ya entonces, con aquella extravagante mudanza, iría preparando la Somera su pública prueba de locura, realizada momentos antes de salir armada para Alcuéscar.

Por lo que se refiere á las amistades del señor Castilla y la Somera, ignoradas por la esposa de aquél, no puede prescindirse del detalle, referido por doña Dolores, de que la Concha, al manejar las cartas en averiguación del porvenir, hablaba de un hombre rubio como el Sr. Castilla.

Añádase que éste ofreció á Concha trasladarla á Alcuéscar para colocarla en el negocio del pan, y considérese si carecían de explicación las conversaciones de las gentes de Alcuéscar, que atribuían carácter amoroso á aquellas relaciones del Sr. Castilla en Montánchez.

Medítese también que antes de cometer este crimen la Somera salió libre de su empresa del ruidoso proceso de Plasencia, reputándosela entonces por loca; no se olvide su eterna afición al lujo y á los amantes novelescos, que cuando no los tenía los inventaba, y se comprenderán los celos, reales ó ilusorios, contra Dolores Cosal, infinitamente más joven y guapa que lo es ahora Cocha, y que, además, no es esposa, sino amante del hombre con quien vive.

El afán de Concha después de su crimen de aparecer local, es tal, que parece imposible que si antes de su delito estuviera ya demente, no hubiera aparecido como rematadamente loca ante los que la trataban.

“Nueva conversación con la Somera”

Hoy he hablado nuevamente con Somera, y tratando de conseguir de ella explícitas manifestaciones, la he sometido á un verdadero interrogatorio:

-¿Por qué se enemistó usted con Dolores?- empezé preguntándole.
-Porque me robó unas tablas.

-¿Por qué se marchó usted á Alcuéscar á hora tan inusitada de la noche?
-Porque quería advertir á mi hijo del escándalo que me había armado Dolores, antes de que se disgustase con las mentiras que le contasen los extraños.

-¿Por qué no llamó usted en casa del señor de Castilla á su llegada á Alcuéscar?
-Porque me pareció mal molestar á media noche en casa ajena.

-¿Por qué, si retuvo al arriero que la condujo y pensaba volverse á la mañana siguiente á Montánchez, no lo hizo?
-Porque oí tocar á misa y quise oírla con los niños del Sr. Castilla, y porque la señora me dijo que me quedase para cuidar á sus hijos.

-¿Era usted muy amiga de Castilla antes de matarle?
-Apenas si le ví dos ó tres veces. Sabía que era mujeriego, pero nunca me dijo nada ni hablamos solos.

-¿Le ofreció á usted Castilla que la protegería y llevaría á Alcuéscar?
-Nunca. Las pocas veces que fué á verme lo hizo por llevarse el hato de mi hijo.

-¿No comían ustedes juntos?
-Comía en el piso bajo, hablando con Dolores.

-¿Y por qué hablaba con Dolores?
-No lo sé.

-¿Conocía Castilla de antes á Dolores?
-No sé. Creo que la conoció cuando yo viví en la misma casa que ella.

-¿Ha tenido usted algún amante?
-Jamás; pero me han solicitado muchos. Yo no he mirado á los hombres, sino á Dios y á la Divina Providencia.

-¿Estaba Castilla en su casa la noche que usted llegó á Alcuéscar?
-No; estaba forastero, según supe al día siguiente.

-¿Y no esperaría usted en la calle aquella noche para matarle al llegar?
Al llegar aquí, Concha muestra alguna confusión y responde:
-Ya he dicho que no sabía que estuviese fuera del pueblo, Yo no he querido matarle. Ha sido Dios. Si yo sentí aquellas ansias de matar era porque sabía que había en Alcuéscar preparados contra mí gentes del muerto resucitado.

-¿Cómo es que habiendo dicho usted á la Guardia civil, y esto consta, que tenía ocho hombres escondidos, me contó usted ayer que era el Sr. Castilla quien tenía aquellos hombres preparados en la bodega para matarla á usted?
-Eso último es la verdad, y no he dicho á nadie otro cosa.

Me despedí de la Somera pensando que esta mujer niega cosas que afirman Dolores y los guardias, pensando que sería terrible condenar á una loca, pero que no lo sería menos que una farsante perturbase una y otra vez á la justicia con locuras aprendidas en su breve paso por los manicomios para salir en busca de nuevas aventuras.

Concluyendo por ahora mi misión, diré de la Somera lo que escribió en un libro sobre el “muerto resucitado” un célebre abogado de Plasencia:

“Por entonces padeció verdaderos ó fingidos, algunos ataques de locura, y en ellos demostraba resistencia tenaz y frenética á ser conducida á otro manicomio que al de San Baudilio, concluyendo por desear vivamente ir á dicho establecimiento”.

Como entonces faltaban motivos para sospechar que pudiera ser comedia tal locura, lo cual ya es hoy un problema, cuando menos, D. Felipe Cruz dio dinero á la Somera y una carta de recomendación para que fuese á San Baudilio y sobrevino el proceso del “muerto resucitado”.

La locura de ahora y la de entonces, ¿serán igualmente fingidas?

El sumario en su curso podrá indicarlo. La prueba del juicio lo decidirá>>.