¿Sabías que el primer juicio
por injurias contra el régimen republicano nacido en 1931 tuvo lugar en el
Juzgado de Instrucción de Montánchez y que el acusado fue un vecino de Zarza de
Montánchez? ¿Sabías que en Torre de Santa María se proclamó el primer
presidente republicano de España?
Los
municipios de la Comarca de Montánchez están cargados de historia. Lo
atestiguan los restos arqueológicos, ruinas y monumentos que plagan este
territorio. Esta historia es tan remota que muchas veces es difícil conocer el
origen. Sin embargo, es sencillo descubrir qué ocurrió hace algo menos de dos
siglos recurriendo a una herramienta tan poderosa para los estudios históricos
como la prensa.
El
estudio de períodos históricos como la II República en nuestra Comarca está
bastante apartado y olvidado. Sin embargo, en la prensa encontramos muchísimos
episodios que permiten, 80 años después, trasladarnos a ese momento.
Reconstruirlo. Este es un ejemplo:
El
21 de abril de 1932 en el diario ‘Nuevo Día’ aparece publicado un artículo que
trata un posible “delito contra la forma de Gobierno” en estos términos:
<<Este
último no sólo no ha alarmado la conciencia pública sino que nadie de él habrá
tenido ni noticia, se perpetró, según el señor fiscal, en Zarza de Montánchez y
consistió en que un Palomino (…) el 7 de Junio, en la calle de Cánovas dió el
grito de viva el rey, en voz tan baja, que sólo lo oyó un íntimo amigo suyo,
Crescenciano Carrasco, que, claro, como era amigo de Palomino y además
Crescenciano, hizo la obra de caridad de ir inmediatamente a denunciar a
Palomino, al que el fiscal, aplicando dos artículos y dos números del Código
Penal del 70 y el Decreto de 2 de Mayo de 1931 pide le condenen a dos años
cuatro meses y un día de destierro, con propina de accesorias y costas.
Cáceres marcha a la cabeza de la
civilización, y en un pueblo de Cáceres, en Zarza de Montánchez, había de ser
donde se perpetrara el primer delito contra la forma de Gobierno republicana en
compensación y contraste con que en otro pueblo, y también de Cáceres y del
partido de Montánchez, en Torre de Santa María, fué donde hubo el primer
presidente de la República, pues antes que Maciá, el avis se proclamara
presidente de la catalana y mucho antes que el señor Alcalá Zamora lo fuera de
la española, Pérez, un vecino del pueblecito dicho, se proclamó presidente de
la República de Torre de Santa María>>.
Ese
mismo periódico el día 11 de junio de 1932 vuelve a traer este asunto judicial:
<<Señalamientos
para mañana
Causa procedente del Juzgado de Instrucción
de Montánchez, seguida contra Francisco Mateos Palomino, que se le imputan los
siguientes hechos:
Jurado
El día 7 de Junio de 1931, al terminarse el
escrutinio de las elecciones a concejales, en Zarza de Montánchez como varios
de los concurrentes dieran vivas a la República y a la Guardia civil, el
procesado arriba mencionado, gritó: ¡Viva el rey! Grito que repitió cuando
Crescenciano Carrasco le pidió que se abstuviera de darlo.
Los hechos relatados los califica el señor
fiscal de un delito contra la forma de Gobierno previsto en el artículo 182
número 1º en relación con el 181, número 1º modificado éste por el Decreto de 2
de Mayo de 1931 y castigado en el artículo 186 todos del Código penal.
El letrado, señor Ibarrola, solicita la
absolución de su patrocinado al que representa el procurador señor Pulido.
Corresponde la ponencia al señor
presidente.
Hay citados para la celebración de la vista
diecisiete testigos.
Secretaría del señor Repetto>>.
Pocos
días después, el 14 de junio en el diario ‘Nuevo Día’ vuelve a aparecer el caso
en estos términos:
<<El
primero –juicio- que desde la implantación de la República es juzgado por el
Jurado, por atribuírsele gritar dos veces viva el rey.
Ayer, a hora avanzada, concluyó el juicio
que se seguía contra Francisco Mateos Palomino, a quién el señor fiscal acusaba
de haber gritado el 7 de Junio, al terminarse el escrutinio de la elección de
concejales en Zarza de Montánchez, viva el rey, grito que repitió al decirle
Crescenciano Carrasco que se abstuviera de hacerlo.
Asistió a la vista el prestigioso señor
fiscal de esta Audiencia, don Fernando Vara, que pronunció informe brillantísimo,
pidiendo la condena del procesado y diciendo que así como en otra ocasión,
cuando en España imperaba el régimen monárquico, acusó y logró la condena de
quien gritó viva la República, ahora esperaba que el Jurado condenara al
procesado, por haber, implantada la República, gritado viva el rey.
El señor Ibarrola, defensor, pidió la absolución,
fundándola en que la causa la motivó una repugnante criminal malquerencia
política, siendo el denunciante persona de antecedentes que habían motivado dos
causas en su contra, habiéndose presentado la denuncia un mes después de cuando
el hecho ocurrió y siendo además falsa, pues nada lo corroboraba y todas las
demás pruebas la desmentían.
Que además, el grito de viva el rey por sí
sólo, el delito no integraba que, se precisaba además que el grito provocara
aclamaciones análogas y que fueran directamente encaminadas a reemplazar el
Gobierno republicano por el monárquico y que por eso pedía se formularan tres
preguntas al Jurado, ya que de no concurrir los tres elementos dichos
conjuntamente, no habría delito contra la forma de Gobierno.
Hizo un estudio comparativo entre
denunciante y procesado, siendo éste anciano honradísimo, jamás procesado, que
en las postrimerías de su vida pasada por la amargura de ser traído al
banquillo por una denuncia infame y falsa y de habérsele embargado una
finquilla, único fruto de cuarenta años de trabajo laborioso, por lo que se
había visto en el trance hasta de pedir se le nombrara abogado de oficio.
Formuladas al Jurado las tres preguntas,
contestó como pedía el defensor, a todas que no, siendo absuelto con todos los
pronunciamientos favorables al procesado.
El juicio despertó expectación por ser el
caso primero que desde la implantación de la República, el Jurado juzgaba a
quien se acusaba de haber proferido dos gritos de viva el rey>>.