Nació en 1982. Ha pasado su
infancia y parte de su juventud en Montánchez. Es nieto de Lorenzo, el mítico
kioskero de las inmediaciones del Instituto de Montánchez. El 12 de junio se
proclamó ganador del Campeonato de Ciclismo Amateur de Extremadura. Su primer
contacto con la bici fue tras su Primera Comunión. “Me regalaron una bicicleta
y empecé a irme con los chavales mayores a los pueblos de alrededor. Que con 12
años pudieras irte a otro pueblo a bañarte en la piscina en tu bici te daba una
libertad enorme”, confiesa.
Loren
considera que empezó a ser un ciclista a los 14 años, momento en el que entra
en un equipo y comienza a competir. “Mis padres me compraron una bici de
carretera de segunda mano y entré en un equipo ciclista de Villanueva de la
Serena”. Revela que al principio le fue mal en las competiciones porque no
tenía un nivel óptimo. Sin embargo, poco a poco lo fue adquiriendo y el segundo
año de competición ya consiguió ganar alguna carrera. En el equipo de
Villanueva compitió durante cuatro años, después dejó el ciclismo más de una
década. Ha vuelto a subirse a la bici hace apenas cinco.
Cuando
le preguntamos que por qué estuvo tanto tiempo ‘dando la espalda’ a la
bicicleta nos comenta que tuvo la oportunidad de ingresar en la cantera de un
equipo ciclista de Cantabria. No obstante, su entorno no vio clara esa oferta y
no pudo ser. “La verdad es que con 17 años yo tampoco lo tenía muy claro; y es
que, era mucho sacrificio. Me ha pesado no haberlo intentado, pero yo creo que
hice lo correcto”, reconoce Loren.
Tuvo la oportunidad de ingresar en la cantera de un equipo ciclista profesional pero, ni él ni su entorno lo vieron claro
No
puede quedarse con un solo momento de felicidad absoluta sobre la bici. “Cada
vez que monto en bici me siento un privilegiado. Hay mucha gente que desea
montar y no puede por motivos laborales o físicos”. Y es que la bici le
proporciona una enorme libertad. “Con la bici puedes ir a donde quieras, a donde
tus fuerzas te lleven, hasta donde la carretera llegue”. Del mismo modo, no
puede elegir un momento como el peor sobre la bici. “Son muchos los momentos de
impotencia que he vivido; por ejemplo, cuando ves que los que van en el pelotón
de cabeza se te han ido. Caídas, caídas fuertes. Aunque quizás, yo como
ciclista he sufrido más al ver cómo otros competidores se han escapado”.
Durante
los once años que estuvo alejado de la bicicleta Loren se dedicó al transporte
por carretera. Sufrió un accidente bastante grave al chocar el vehículo que
conducía contra un camión. El parte médico sugería que a Loren se le había
acabado hacer deporte. Estuvo a punto de perder una pierna. Tuvo lesiones muy
graves. En ese momento parte de su entorno dio por hecho que no podría volver a
subirse a una bicicleta. “Con las lesiones tan graves que tuve me vino a la
cabeza la bici, y eso que no montaba, pero me decía que quizás algún día me
querría volver a subir a una y que las secuelas del accidente me lo impedirían”.
Pero este deportista, como casi todos, es un ejemplo de superación. “Cuando me
volví a montar en la bici fue cuando realmente sentí que estaba recuperado del
accidente. Al principio tenía muchas molestias y dolores. Eso me frustraba un
poco, pero luego fui cada vez a mejor. Se podría decir que en cuanto me subí a
la bici recuperé todo lo que no había podido recuperar en años de
rehabilitación”, comenta con satisfacción.
<<Cuando me volví a montar en la bici fue cuando realmente sentí que estaba recuperado del accidente (...) se podría decir que en cuanto me subí a la bici recuperé todo lo que no había podido recuperar en años de rehabilitación>>
Desde
que se reenganchó al ciclismo –hace apenas un lustro- se sube a la bici todos
los días como mínimo dos o tres horas, aunque descansa un día de la semana al
menos. El lugar para llevar a cabo los entrenamientos es lo de menos, nos
confiesa. Se monta en la bici allá donde esté. Si se encuentra en Montánchez se
recorre la Sierra, si está en Cáceres, coge la bici en terrenos llanos… “La
bicicleta siempre va conmigo, a mis vacaciones, escapadas”.
La
orografía de Montánchez es un atractivo enorme para estos ciclistas que vienen
cada fin de semana o festivo únicamente para ascender la montaña y llegar al
pueblo. Es un reto para ellos, nos comenta Loren. En este sentido la localidad
tiene mucho que ofrecer, puesto que es una de las mejores zonas de montaña para
hacer ciclismo en la zona centro de Extremadura. “Montánchez es una zona a la
suben muchos ciclistas. Los aficionados al ciclismo buscan sobre todo subir
puertos más o menos grandes”, explica.
En
la actualidad forma parte del equipo Tany
Nature de Don Benito. “Es un equipo amateur
fuerte aquí en Extremadura. Está dirigido por dos hermanos que han sido rivales
toda la vida y ahora estoy con ellos. La verdad es que no me arrepiento de
haber entrado en este equipo. Estoy contento”, sostiene.
El
pasado 12 de junio ganó el Campeonato de Ciclismo en Carretera de Extremadura. Esta
carrera tuvo lugar en la localidad pacense de Fuente del Maestre. Fueron 105
kilómetros de asfalto recorridos a toda velocidad por los ciclistas. “No había
alta montaña ni puertos largos. Eso sí, había muchas subidas y bajadas,
terrenos rompepiernas. Aun y todo, se fue a una media de 40 km/h”. Nos explica
Loren que a 30 kilómetros de la meta se hizo una fuga que provocó que a meta
llegaran con ventaja sobre los demás tan solo seis corredores. El montanchego
fue el primero en cruzar la línea de meta.
Loren ha ganado una gran cantidad de competiciones ciclistas y ha conseguido puestos muy buenos en muchas otras. Va en la segunda posición en el ranking de la Federación.
Sin
embargo, no es, ni mucho menos, la primera competición que gana este paisano. Cuando
estaba en categorías inferiores ganó muchas competiciones y carreras. Si nos
centramos en estos últimos cinco años que lleva corriendo en la categoría
amateur ha ganado varias carreras en Portugal, también ha conseguido muy buenas
posiciones en competiciones en el país vecino, Andalucía, Madrid y Extremadura.
En 2011 ganó por primera vez el Campeonato de Ciclismo en Carretera de
Extremadura. Va en la segunda posición en el ranking de la Federación.
“Gusta
ganar y gusta subir al pódium, ese es tu momento. Pero para mí ganar un
campeonato o un trofeo no es la recompensa a mi esfuerzo o sacrificio sobre la
bicicleta. Yo creo que la recompensa es hacer una buena carrera. Yo he estado
luchando en la Copa España para que ganara un compañero y he estado tirando del
pelotón durante kilómetros, desgastando mis fuerzas y perdiendo mis opciones
para que ganara mi compañero. He estado más satisfecho con eso que si hubiera
ganado una carrera. Y he hecho octavo o noveno en una Copa España y me ha
sabido mucho mejor que ganar aquí en Extremadura porque el nivel es enorme”,
reconoce Loren.
El
ciclismo es un deporte muy competitivo, también a niveles amateur. Hay muchas
zancadillas y piques entre ciclistas, pero también hay mucho compañerismo.
“También nos ayudamos mucho. Yo he dejado ruedas de 1.500 euros a amigos porque
ellos no tenían, también he prestado mi bici. Siempre que necesitamos algo
tiramos de algún amigo. Aunque yo vaya en el coche, si veo a un ciclista
arreglando un pinchazo en la carretera siempre me paro para preguntar si
necesita algo”.
El
ciclismo es uno de los deportes con más afición en España. En los últimos años
los aficionados han ido aumentando y también el número de personas que
practican este deporte, sobre todo en bicicletas de montaña. Loren no cree que
se haya llegado a un nivel de masificación en las personas que practican el
ciclismo. No obstante, a todos aquellos chavales que se han comprado una bici y
que salen a diario a ponerse a prueba les dice que “someter el cuerpo a un
esfuerzo enorme sin preparación es muy peligroso. Yo eso no lo apruebo. Hay
mucha gente que se está poniendo a hacer ultramaratones y los retos esos que se
están poniendo tan de moda y que se comparten por las redes sociales. Yo a eso
lo llamo postureo deportivo. Se están haciendo muchas carreras largas en la
montaña a la que asiste mucha gente sin haber entrenado. Estas pruebas son
durísimas y es fácil que algún día pase algo”.
En
los pueblos de la zona de Montánchez la práctica del ciclismo ha ido aumentando
con los años. Cuando Loren era pequeño recuerda que hacían ciclismo cuatro o
cinco personas. Ahora es mucha más la gente que se sube a la bici y esta
afición va en aumento, incluso en la carretera. La antigua nacional que va
desde Cáceres hasta Mérida ha sido señalizada como sendero ciclista durante los
fines de semana y festivos. Es una vía con un arcén enorme y con riesgos muy
limitados para los ciclistas. Sin embargo, los fines de semana y festivos la
carretera que va desde el Cruce de las Herrerías hasta Montánchez está plagada
de ciclistas. A veces los niveles llegan a la masificación. El ciclista
montanchego cree que esto tiene cierto sentido porque Montánchez es la única
montaña en el centro de Extremadura, algo que atrae a mucha gente de Don
Benito, Villanueva, Cáceres, Mérida, etc. “Todo el mundo del centro de
Extremadura que quiere hacer subidas viene a Montánchez”, sentencia Loren Ojeda.
<<Todo el mundo -ciclista- del centro de Extremadura que quiere hacer subidas viene a Montánchez>>
En
esa carretera los coches pueden circular a 90km/h mientras que los ciclistas no
pueden ascender a más de 20km/h –puesto que la subida es importante y las
piernas no dan para más-. “Esta situación es muy peligrosa. Ambas partes tienen
que tomar conciencia. En este caso el ciclista debe ser consciente de que si va
con una velocidad tan reducida se tienen que alinear a fila de a uno para
limitar al máximo los riesgos. Hay que tener un poco de cabeza. Si hay un coche
que sube a 90km/h y un grupo de ciclistas apelotonado que va a 12km/h el riesgo
es enorme y es el ciclista el que tiene que ser consciente y tomar medidas con
independencia de que el ciclista pueda ir apelotonado. Lo que pones en riesgo
es tu vida”, explica.
Las
dos medidas principales que propone Loren para limitar al máximo los riesgos es
extremar la precaución por parte de los ciclistas y de los conductores. Los
ciclistas ya saben a dónde están yendo. Sin embargo, es necesario instalar
algún cartel o señal que informe a los conductores, sobre todo a los que vienen
a Montánchez por primera vez, de que están circulando por una carretera muy
transitada por ciclistas.
La
modalidad de ciclismo que predomina en la Comarca de Montánchez es la mountain bike. Y es que “a la gente le
da miedo ir a la carretera. Quizás irte por la sierra con la bici sea más ameno
que ir por la carretera. La gente, cuando empieza a montar en bici, siempre
opta primero por la bici de montaña”.
Le
preguntamos si se siente respaldado por la ciudadanía de Montánchez y por sus
autoridades, sobre todo, tras los múltiples triunfos que ha obtenido sobre la
bicicleta. “Por mis amigos y conocidos claro que sí. En general creo que el
pueblo no sabe lo que hago o lo que consigo exactamente. Yo no me
autopromociono. De hecho, hace muy poco
que empecé a poner estas cosas en el Facebook”, señala el ciclista de
Montánchez.
Por
otro lado, hablamos de la situación del deporte en general en la localidad. “Desde
luego a los deportistas más jóvenes es a los que más hay que apoyar desde las
instituciones, sobre todo, porque ellos son los que tienen mayor proyección de
futuro. A mí ya me da igual, pero a los chavales hay que darles un impulso
siempre”, reclama.
Respecto
a la importancia que tiene Montánchez en el ciclismo Extremeño Loren nos
informa de que “la última vez que se hizo la Vuelta Ciclista a Extremadura se
terminó el campeonato en una etapa que acababa en Montánchez”. Loren no se
cansa de destacar el potencial de Montánchez como destino de ciclistas. No
obstante, la situación es bastante mejorable. “Yo creo que se debe organizar
aquí un evento, una marcha cicloturista por ejemplo, para consolidar el pueblo
como destino ciclista”. En definitiva, Montánchez es el sitio idóneo para
practicar ciclismo en el centro de Extremadura.
Sobre
la relación constante que existe entre ciclismo y dopaje opina que esto es así
“porque ha habido muchos casos de dopaje en este deporte, quizás más que en
otros. Pero también ha sido el más perseguido. El fútbol no está perseguido. Pero yo te aseguro que en todo el
deporte de élite alguien hace trampas”. El ciclismo es uno de los deportes más
exigentes y eso “quizás invite más a hacer trampas”. No obstante “el dopaje
existe en todos los estratos del deporte. En mi categoría también existe,
incluso en gente que no compite”, se lamenta el deportista serrano.
El
mundo del ciclismo está evolucionando mucho y muy rápido. La química ha
permitido que los cuerpos de los ciclistas aguanten más. La tecnología está
avanzando a pasos agigantados. Cada vez las bicis son más ligeras y rígidas.
“También existe lo que se llama el dopaje tecnológico, que consiste en acoplar
a tu bici un pequeño motor que hace que vayas más rápido”, explica Loren.
¿Estos
dos factores están destrozando el deporte?: “Pues a veces sí. Desde luego el
dopaje tecnológico es una gran preocupación para la comunidad ciclista ahora
mismo”.
¿Nos
estamos volviendo locos?: “Yo dejé el ciclismo hace unos años y no volví a
practicarlo hasta hace cinco y te puedo decir que esto no es lo que era. Hay
gente que vive en una burbuja deportiva. Las trampas se han extendido. El
postureo que hay hoy en día en redes sociales es una pasada”.
La entrevista se ha realizado
en uno de los chiringuitos que hay en las inmediaciones de la localidad de
Montánchez. El ambiente ha sido inmejorable, la conversación muy fluida. Se
apaga la grabadora pero el intercambio de pareceres prosigue. Se nota cuando
alguien siente pasión por lo que hace pues es capaz de explicar, de llegar y de
informar hasta el más profano de los periodistas.